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I just came to say HELLO!

Primero me dispongo a darles a todos la bienvenida a este espacio. En este espacio pretendo exponer de forma sencilla y clara temas ...

martes, 23 de mayo de 2017

Coach VS Psicológo


Cómo diferenciar a un Coach de un Psicólogo? 




El Coaching. 

Se define como un proceso de entrenamiento personalizado en la cual el coach ayuda al desarrollo personal de la persona elevando la consciencia y generando responsabilidad con el objetivo de rellenar el vacío existente entre donde se encuentra una persona y donde quiere estar (definición de libro).

Se llaman ARTE. Un arte que tiene como objetivo de conseguir que una persona logre lo mejor de sí misma en todo aquello que desee.

Niega, rotundamente, ser algún tipo de terapia o proceso curativo de nada. Vamos... que NO ES ASESORAMIENTO PSICOLÓGICO.  


Es una disciplina que nos acerca al logro de nuestros objetivos permitiéndonos desarrollarnos personal y profesionalmente, te ayuda a pensar diferente, a mejorar tu manera de comunicarte y profundizar en ti mismo, entre muchas otras cosas.

El problema.

Según mi humilde opinión, no va más allá de la “necesidad” por diferenciar la Psicología de esta práctica. Y para mí, es exactamente esto lo que les pone en evidencia.

Es importante entender que el Coaching es una técnica o herramienta muy utilizada en diferentes disciplinas y campos y sirve para tratar diferentes tipos de problemas o situaciones. 

El malentendido (suponiendo que no existe ningún tipo de malicia) es creer que el Coaching es enteramente práctico mientras que la Psicología es mucha teoría. Pero bueno, esta comparación es como bastante robusta e imprecisa además de inaceptable.  Vale la pena recordar que ha sido la Psicología quien ha servido de cuna para la práctica del Coaching. 

¿Cómo espera el Coaching vendernos la idea de la excelencia pasando por alto el AUTOCONOCIMIENTO? 


¿Podríamos pensar en un proceso de Coaching que no tiene en cuenta los defectos o dificultades de una persona o empresa?


Otra técnica (muy inteligente, si cabe mencionar) que usa el Coaching para diferenciar ambas disciplinas, es a partir de los sujetos con los que trabaja cada una. Es decir, Psicología = enfermos; Coaching = sanos. O creer que una se centra en aquello positivo del sujeto, mientras que la otra va directa a lo negativo. Aquí se cae en el error de etiquetar TODA la disciplina de la Psicología con patología o enfermedad, cuando la verdad es que desde antes que existiera el Coaching existía la Psicología Aplicada al desarrollo humano en todos sus ámbitos (deportivo, personal, laboral, etc.) y al desarrollo de la identidad individual de cada sujeto. Por lo que querer o intentar diferenciar ambas disciplinas argumentando que el Coaching se dirige a sujetos “presuntamente sanos” no les excluye del campo de acción de la Psicología.

Dedicar tantos esfuerzos a diferenciar ambas disciplinas relacionando la Psicología exclusivamente con el tratamiento de Patologías y entendiéndola a través del conocimiento popular de PSICOLOGÍA CLÍNICA es un error conceptual bastante grave y otra de las cosas que les pone en evidencia.

Otro error bastante común:

Psicología: se centra en conseguir que personas “perturbadas” sean “normales”.

Coaching: trabaja con personas “normales” para hacerlas extraordinarias.

Espero no ser la única persona a la que, a estas alturas, esto le suena tan erróneo que duele incluso al leerlo. Además, ¿Qué es ser normal?

Hablemos un poco de Psicología…


La Psicología es la disciplina que estudia y analiza la conducta y los procesos mentales de individuos y grupos humanos en distintas situaciones. Su campo de estudio abarca todos los aspectos de la experiencia humana. Por tanto, estudia la estructura, las funciones de la mente humana y sus procesos de desarrollo en todas sus dimensiones tanto en su expresión interna como en su expresión sociocultural y psicosocial (sanos o patológicos).

La función del Psicólogo se centra en ayudar a personas o equipos a comprender procesos de pensamiento, situaciones, formas de relacionarse y actuar. Ofrece herramientas para conseguir cambios y desarrollar o potenciar habilidades. Posee conocimientos de patologías y las dificultades que la repetición de ciertas conductas o acciones suponen para el crecimiento personal de los individuos. Trabajamos con la certeza de que todas las personas son talentosas, pero que existe, en algunos, ciertos impedimentos que bloquean ese desarrollo. Por tanto, nuestra finalidad última es la de desarrollar personas, haciendo uso de técnicas probadas y abaladas.

Para terminar (si es un poco largo, pero interesante, no?)…


El Coaching ES y NO ES Psicología. Me explico:


  • Sí es Psicología, porque persigue el desarrollo de personas “presuntamente normales” tomando en consideración sus pensamientos, comportamientos y emociones para conseguir hacerlos “mejores”. Por tanto, trabaja con la psique humana, lo que lo convierte en Psicología, aunque con un enfoque propio más distante del psicológico.

  • No es Psicología porque no trabaja con personas con diagnósticos y patologías conocidas.


¿Dónde acudir?

La respuesta a esta pregunta no puedo ofrecértela, depende de ti y de lo que estés buscando como individuo.

El Coaching cuenta con la ventaja de centrarse más intensamente en la consecución de objetivos claros y marcados y el desarrollo de ciertas habilidades. Útil sobre todo, en intervención con empresas, pero poco útil para lo personal. Al fin y al cabo, son técnicas psicológicas adaptadas al momento y necesidades de los individuos.

Hay que tener en cuenta que el coach, no tiene conocimientos para ayudar al cliente a entender su conducta. Trabaja con cambios específicos y ayuda a realizar planes de acción. Si se detiene tu plan de acción por desmotivación, procrastinación, porque hay algo que no entiendes, a lo mejor el profesional que necesitas es otro.

En cambio, cuando a pesar de tus esfuerzos repites acciones que dificultan tu desarrollo, si no comprendes tus conductas, si tienes dudas, algún tipo de crisis, si los cambios te suponen una montaña y no sabes cómo afrontarlos, si requieres apoyo de cualquier tipo y por cualquier situación, son signos de que posiblemente necesites una visita con algún psicólogo. 

Siempre existe la opción de acudir a un psicólogo formado como coach... EXISTEN y así te aseguras lo mejor de ambos mundos

Somos seres complejos y aunque consideremos que estamos “sanos” tener ciertas inquietudes o dudas forman siempre parte del proceso.   












Paola Báez

viernes, 12 de mayo de 2017

NO se permiten pensamientos negativos.

Con la llegada del emprendimiento, la cultura del liderazgo y el coaching ha crecido de manera exponencial el movimiento del "Pensamiento Positivo".

"Positive Thinking" no es más que una actitud con la que enfrentarse a la vida. Se basa en la idea de que los pensamientos positivos, el habla positiva y las acciones en positivo atraen la felicidad, la salud y finales felices a todas las situaciones. 

Resultado de imagen de positive thinking Pero, ¿funciona en realidad pensar en positivo?. 

La verdad es que pensar en positivo FUNCIONA. Pero para situaciones concretas y durante un tiempo limitado. Las personas que practican "Positive Thinking" son testigos de la dificultad que entraña pensar en positivo a lo largo del día. Es más, podría considerarse un hábito muy difícil de conseguir. 

Imagínate pasarte todo el día, los 7 días de la semana negando aquellas emociones que consideras "negativas", lo más probable es que te repitas afirmaciones positivas durante 5, 10 o 15 minutos pero, ¿qué pasa con las 23 horas restantes del día? Pues, lo más probable es que te veas, de nuevo, dándole vueltas a esos pensamientos negativos de los que intentas huir.

El problema con el Pensamiento Positivo es que trabaja con procesos conscientes y deja de lado el subconsciente -que es dónde realmente encontramos esas ideas o pensamientos negativos de los que intentamos escapar-.  Podría pasar entonces, que aunque pienses conscientemente o te repitas mil veces "Soy fuerte y exitoso/a" la creencia de que no eres suficiente o no eres merecedor/a de ese éxito se encuentre  aun en tu cabeza.

El pensamiento positivo es una herramienta eficaz a corto plazo, pero a largo plazo, además de ser difícil de convertirlo en hábito, es poco eficaz. Otro ejemplo (más común de lo que piensas) es repetirte: "Soy exitoso/a, conseguiré lo que me proponga" y encontrarte luchando con esos sentimientos de inseguridad sobre tus habilidades y logros que subconscientemente te abordan. Te persiguen las ideas o recuerdos de aquel día en que metiste la pata (aunque sea mínimamente) delante de tu jefe, profesor, los padres de tu pareja, un/a posible pareja o incluso tu propia familia y no eres capaz de sacarte de la cabeza esa sensación de ser "un fraude". 



Pero hemos dicho antes que pensar en positivo funciona, sólo  hay que combinarlo con otros ingredientes para que la receta sea un éxito.




Existen ciertas herramientas que unidas al pensamiento positivo pueden ayudarte a deshacerte (más a largo plazo) de esos pensamientos repetitivos e intrusivos que te dificultan alcanzar tus metas:

  • Estar triste o desanimado es parte del proceso. 

Estar triste no es lo mismo que ser negativo y la clave está en ACEPTARLO. La tristeza es una emoción e igual que todas los demás tiene su propósito. No encontrarse bien un día no significa que tu vida se vaya al trasto. Los días "malos" también forman parte del proceso y aprender a manejarlos y conocerte a ti mismo/a te ayudará a conseguir aquello que te propongas.

  • Errar es de humanos.

Los errores juegan un papel importante en el aprendizaje. Las probabilidades de hacer todo perfecto a la primera son bastante bajas (o inexistentes, créeme). Intenta no auto-flagelarte con los errores cometidos, mejor reflexiona, identifica dónde fallaste y evoluciona. Dedica tiempo a mejorar y perfeccionar aquello en lo que has fallado. Utiliza los errores como herramienta de desarrollo y crecimiento. 

  • Los pequeños detalles importan. 

A lo mejor el resultado final no es el que esperabas, pero el desarrollo de la tarea, no ha sido todo un desastre. Aprende a mirar aquellas cosas que sí has conseguido. La clave se encuentra en apreciar el el "camino" y no en esperar la perfección. En mirar con buenos ojos como pasas de A a B aunque aunque no llegues (todavía) a C. No te obsesiones con aquello que has hecho mal, concéntrate en tu evolución y desarrollo, en ser cada vez una mejor versión de ti mismo, no en ser perfecto. 

  • Hazte preguntas.

Intenta convertir aquellas afirmaciones en preguntas. ¿Estoy dispuesta/o a hacer lo que hace falta? ¿Qué puedo hacer para conseguirlo? ¿Qué me falta por conseguir para llegar dónde quiero estar?. Al iniciar una conversación interrogativa activas las áreas del cerebro dedicadas a la resolución de problemas, por lo que aumentan las posibilidades de encontrar una solución. 

  • No te consumas en pensamientos de "debería".

Es normal machacarse la cabeza pensando en lo poco dedicados/as que somos por estar perdiendo el tiempo en lugar de ponernos a hacer, pues la verdad es que haciendo esto también estas perdiendo el tiempo. En lugar de darte contra las paredes por estar procrastinando, acepta que también es parte del proceso y en cuanto te des cuenta de esto, ponte manos a la obra y por ejemplo divide la tarea en partes más pequeñas o haz un "To Do list" y a por ello!!. 



Gracias!!
Y hasta la próxima!










Paola Báez

domingo, 7 de mayo de 2017

I just came to say HELLO!


Primero me dispongo a darles a todos la bienvenida a este espacio.

En este espacio pretendo exponer de forma sencilla y clara temas de interés relacionados con la psicología.  Mi objetivo principal es acercar la psicología a la calle, al pueblo, al conocimiento popular, sin caer en lo que se conoce como “Psicología Popular” (sí, existe, no me lo estoy inventando yo). 


Les explico un poco: la psicología popular es como se llama a esas teorías "implícitas" que la mayoría de las personas utilizan para explicar su propia conducta o la de otras personas. Son asociaciones que se realizan a partir de experiencias propias o compartidas, o al saber popular (“Yo creo que lo que te está pasando es esto”, “A mi primo le pasó algo parecido”, “Si no hicieras esto, la cosa iría mejor”).

¿SON DEL TODO ERRÓNEAS? Pues no.  muchas veces las asociaciones y los consejos derivados de la psicología popular son acertados y ejercen un importante papel de apoyo social y orientación, pero en muchos casos resultan inadecuados ya que se pierden de vista las diferencias individuales de las personas, es decir, que no todos los casos son iguales y por tanto no a todos nos va a servir la misma receta. 

A partir de aquí, la idea es:
  • Desmentir o verificar mitos basados en la psicología popular. Disminuir las ideas erróneas y las falsas creencias.
  • Aclarar conceptos o "constructos" psicológicos mal utilizados en el lenguaje coloquial.
  • Explicar de manera llana y sencilla principios y orientaciones psicológicas, bases teóricas de trastornos y comportamientos, tratamientos, relación mente-cuerpo, entre muchas otras cosas.

Casi seguro que todos conocemos términos psicológicos que se han hecho muy populares con el paso del tiempo. Seguro tenemos un/a amigo/a que refiere estar deprimido/a, o un/a de esos/as amigos/as que dice estar “loquísimo/a”, todos tenemos un/a drama Queen/King en nuestras vidas, algún/a histérico/a, y así continúa la lista. Pues la mayoría de estos comportamientos tienen un por qué y un para qué, que en este espacio pretendo de manera sencilla esclarecer.


Para introducir este espacio lo primero de lo que me gustaría hablarles es de la persona del psicólogo y la visión que muchos tienen de este “personaje”, que sólo busca apoyarnos en los momentos difícil y ayudarnos a superar aquellos obstáculos que solos no podemos. Empecemos enumerando ciertas verdades sobre los psicólogos y la psicología en general:


La psicología.
  • La psicología es para locos. 
Todo el mundo puede beneficiarse de ir a visitar un psicólogo, como apoyo emocional, en busca de herramientas o estrategias para hacer frente a dificultades de la vida diaria.
  • La psicología sólo sirve para mejorar trastornos mentales
La prevención de patologías es una de las herramientas de la que se sirve la psicología para mejorar tu calidad de vida antes de encontrarte en una situación límite.
  • La psicología sólo es clínica o educativa. 
Existen numerosas ramas de la psicología, como pueden ser Psicología social (estudia, entre otras cosas, la influencia que ejerce la presencia de otras personas en los pensamientos, conductas y sentimientos de las personas), Psicopedagogía o Piscología educativa (estudio del aprendizaje y enseñanza), Piscología de la salud o   sanitaria (promueve comportamientos y estilos de vida de saludables para prevenir enfermedades o contribuir a su curación), Psicooncología, Psicogeriatría, Psicologia de las Organizaciones, etc. Todas ellas son ramas que necesitan una preparación especial para su ejecución.
  •  La psicología no es una ciencia.
     La psicología ha estado por mucho tiempo bajo la manta de la vergüenza por considerarse teorías sin ningún tipo de base científica, y sí, en su tiempo las corrientes que existían carecían de evidencia científica, pero hoy en día puedo decir (orgullosa) que cada día que pasa se nos considera más como una ciencia, por el sin número de investigaciones y las innumerables evidencias experimentales que se han relacionado a los conceptos y las teorías de la mente.

El psicólogo.
  • Los psicólogos están locos. 

Pues para que vamos a mentir, los psicólogos somos personas, estamos tan locos como el resto de la población. No somos mejores ni peores que nadie.
  •  Los psicólogos dan consejos o nos dicen que hacer. 

Los psicólogos no damos consejos y mucho menos les decimos a nuestros pacientes lo que tienen que hacer. El psicólogo te enseña las estrategias necesarias para que tú mismo seas experto en ti y para que superes con eficacia los problemas que se te presentan, te enseña a tomar decisiones, a caer y levantarte y a que tomes las riendas de tu vida, entre MUCHAS otras cosas.
  • Asociar al psicólogo con un diván o sofá. 

El diván es una pieza de mobiliario que suelen o solían utilizar los psicólogos de orientación psicodinámica (Freud), para no mantener contacto con el paciente y que este no se sintiera incómodo al narrar lo que le sucedía. Pero el diván no es imprescindible.
  •  Los psicólogos no tenemos problemas y no nos equivocamos. 

Como dije en el primer punto, somos personas y cometemos MILES de errores. Pero una vez adquieres la capacidad de separar el error de quién eres y dejas definirte por tus aciertos o errores y aceptas que todos nos equivocamos es más fácil admitir el error y seguir adelante. 


GRACIAS!
Espero que saquemos provecho de este espacio todos juntos. 
Paola Báez.