Ahora que empieza el año escolar hay temas importantes de los que debemos hablar. Cada año se escuchan más y más historias espantosas de niños/as y jóvenes que sufren debido al acoso escolar. A pesar de lo que muchas personas creen, el acoso escolar no es normal, no son cosas de niños y en ninguno de los casos esta justificado. Por el hecho de ser niños no se le debe dar menos importancia a ser crueles. Aceptar las diferencias individuales como parte de nuestras vidas es una tarea que se hace mucho más sencilla si se enseña desde pequeños/as. Por eso es importante no permitir y vigilar los contextos que puedan generar situaciones de acoso y cortarlos de raíz. El acoso en ningún caso puede ser tolerado.
Aceptar o ignorar situaciones de bullying o acoso puede perpetuar en nuestros niños/as y jóvenes la idea de que la intolerancia es aceptada y que ser diferentes es motivo de burla, discriminación o estigma. De pequeños/as somo como esponjas, absorbemos hasta lo más mínimo de cada una de las situaciones por lo que crear contextos en los que la tolerancia y el respeto a los demás es premiado, es una forma de poco a poco crear un mundo mejor para ellos y nosotros mismos.
Pero... Qué es el acoso escolar?
Qué tipos de acoso existen?
Los principales tipos de bullying o acoso escolar son:
Físico: pegar, robar, empujar
Verbal: insultar, despreciar, burlas
Exclusión social: ignorar, marginar
Ciberbullying: videos, fotos, burlas.
Cuál es nuestro papel?
Como padres/madres, educadores/as, profesores/as, compañeros/as, hermanos/as debemos estar pendientes a los diferentes signos o señales que pueden llevarnos a pensar que alguno de nuestros infantes esta siendo víctima de ataques repetidos tanto en el entorno escolar como fuera de el.
Los principales signos de alarma que tenemos que tener en cuenta a la hora de plantearse la idea de que alguno de nuestros infantes esta sufriendo acoso escolar son:
- Cambios en el comportamiento y de humor.
- Tristeza, llanto o irritabilidad.
- Pesadillas, cambios en el sueño y/o apetito.
- Somatizaciones: dolores de cabeza, de estomago o vomitos.
- Pierde o se deterioran su pertencias escolares o personales (gafas, mochila, ropa, estuche, libretas, etc.) de forma frecuente.
- Aparece con hematomas, rasguños o golpes y dice que tiene accidentes frecuentemente.
- No quiere salir ni se relaciona con sus compañeros.
- No acude o no quiere ir a excursiones o visitas con el colegio.
- Quiere ir acompañado a la entrada o la salida.
- No quiere o protesta para ir al colegio.

Aun así debemos tener presente que los niños/as son eso mismo, niños/as por lo que estos signos o señales son indicios a tener en cuenta, pero no significa que NECESARIAMENTE nuestros infantes estén sufriendo acoso por presentar alguno de los anteriores. Otros problemas o dificultades en diferentes ámbitos de sus vidas generan reacciones similares, por lo que siempre es importante contar con la ayuda de algún profesional y hablar siempre con alguna otra persona del entorno del infante para contar con una mirada más amplia de la situación.
Por qué es importante parar el acoso a tiempo?
El acoso escolar ya que puede tener consecuencias importantes en la salud y bienestar de nuestro infantes. Entre las principales consecuencias del acoso escolar se encuentran:
- La ansiedad.
- Aparición de cuadros depresivos.
- Descenso de la autoestima y la confianza en sí mismos.
- Dificultades de integración en el medio escolar y el desarrollo normal de aprendizajes:
- pobre concentración
- absentismo escolar.
- Mayor riesgo de experimentar: Desajuste psicosocial y trastornos psicológicos.
- Mayores niveles de estrés, miedo e ideación suicida.
